Padre, hoy vuelve esa espina
si cabe a doler con más fuerza,
no puedo mirarte a los ojos,
aún lloro con rabia tu ausencia.
Me quedan de ti muchas cosas:
tu risa en mi corazón;
y aunque puedo hablar contigo
no puedo escuchar ya tu voz.
Padre, no quiero tener una piedra
donde llevarte una flor,
yo quiero que estés hoy conmigo
quiero oír latir tu corazón.
Virginia 19-03-2013
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