Ya estoy de vuelta otra vez en casa, después de unos pocos días de vacaciones en la playa. Aunque ya se que muchas/os no estaréis de acuerdo conmigo, tengo que decir que odio la arena con todas mis fuerzas, no soporto estar rebozada con el protector solar y la arena como un boquerón, no me gusta ponerme como un cangrejo cocido, a pesar de llevar un factor de protección solar alto, llevar camiseta puesta y pasar el tiempo debajo de una sombrilla y odio sudar como un pollo tomatero y, además, no se nadar. Pero bueno, salvo esos pequeños detalles sin importancia, las vacaciones han sido relativamente buenas y al menos he podido descansar un poquito.
Os dejo una única foto, de las pocas que he hecho estos días, que es la que más curiosa me ha resultado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario