A mí que me encantan las fresas, me estoy poniendo morada, me las como por cajas, y cada vez que tiro una caja de maderita pienso en lo que podría hacerse con ella. Pues bien, ésta última la he aprovechado. En el cole de mi niña vamos a celebrar un mercadillo de juguetes, cuentos y manualidades, para recaudar fondos para la fiesta de fín de curso. Los recursos de que disponemos, así como las mamas que trabajamos en ello, son escasos, pero no por ello hay que dejar de decorar las cosas como es debido, así que he cogido los pinceles, la cola blanca, una servilleta del chino y un poco de papel de seda azul y rafia y ésto es lo que ha salido. ¿Qué os parece? Ahora queda llenarla de alguna de las cositas, probablemente unos jabones de aceite de oliva hechos por una de las abuelas.
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