Ya hace días que vamos por las calles y vemos las tiendas decoradas con adornos de Navidad, con las luces encendidas y con escaparates llenos de futuros regalos. A mí me cuesta mucho empezar tan temprano aunque, con la peque en casa, hoy primer día de Diciembre, ya está pidiendo su calendario de Adviento y el Belén y no pasará de el próximo puente colocar los adornos en casa.
Este año vuelve a ser para mí una Navidad triste, hay heridas que siguen doliendo mucho pero hay amigas a mi alrededor que me recuerdan que hay que seguir adelante. Mi querida Charito, que siempre me dice: "Virgi, los pasos para atrás ni para coger impulso", mi tía Mari Ángeles, que se pasa horas hablando conmigo para animarme, y Pilar, que ayer me sorprendió con unos regalos preciosos, que por supuesto os enseñaré en estos días, y que iban en un sobre lleno de cariño. Por supuesto no me olvido de mi Mari-Pili, que cuando me llama "Marivir" me recuerda lo importante que es para mí tenerla cerca.
Y por encima de todo, mi marido, mi mejor amigo, que sólo con apoyarme en su hombro hace que no me sienta sola, y mi peque, que ocupa todo mi tiempo y mi atención. Por todos vosotros, y vosotras, para que veáis que estoy trabajando en algo con mucha ilusión, para deciros que solo son ratitos malos pero que sigo aquí y adelante, os enseño un adelando del gran trabajo navideño de este año.
¡Ya veréis cómo lo termino a tiempo!